miércoles, 21 de mayo de 2008

2.-CARTHAGO EN EL SURESTE (H)


La derrota sufrida por Carthago frente a Roma en la Primera Guerra Púnica motivó una cierta crisis económica en la metrópoli norteafricana. Para paliar las restricciones que acompañaron al tratado de paz, Cartago se dirigió hacia la rica península Ibérica para aumentar sus fuentes de riqueza. Uno de los principales impulsores de esta empresa fue Amílcar Barca quien en el año 237 llegó a la península en compañía de su yerno Asdrúbal y su pequeño hijo Aníbal. La conquista no era fácil ya que sólo contaba con las ciudades fenicias como cabeza de puente pero tras unos diez años de luchas tomó un amplio territorio lo que motivó que en Roma saltaran las alarmas. En el año 231 a.C. se envió una embajada a Amílcar en la que exigían una explicación de la razón de sus conquistas. El cartaginés razonó que le empresa tenía como objetivo conseguir el dinero necesario para satisfacer el pago de las contribuciones impuestas por Roma. La respuesta no disgustó a los embajadores y Amílcar continuó con su expansión, falleciendo ahogado en un río en el año 229. Será su hijo quien continúe con la empresa conquistadora que motivará el estallido de la Segunda Guerra Púnica.

La necesidad para Carthago de un gran puerto en la costa oriental de la península, con facilidades de defensa por tierra y mar, eran indispesables para situar en él la base de operaciones contra los romanos y la capitalidad de la Hispania púnica.

El bárquida Asdrúbal funda en el año 229 a.C. Qart-hadast, que significa Ciudad Nueva y constituyó el primer proyecto de establecimiento urbano en el sureste ibérico, dotado de estructuras políticas y administrativas de dominio sobre la población y sobre los territorios circundantes. El modelo fue la Carthago africana, por entonces muy helenizada. Asdrúbal debió utilizar la gran experiencia fenicia en construcciones portuarias, a la hora de elegir la bahía idónea para su instalación.

Los historiadores coinciden en que la fundación de Cartagena se llevó a efecto por varios motivos: para controlar las minas de plata existentes en sus proximidades, con la finalidad de afrontar el gastos militar de los cartagineses en su lucha contra Roma, y para garantizar una nueva zona de espansión territorial, una vez perdidas las posesiones cartaginesas del Mediterráneo central a manos de los romanos. Sin embargo la magnitud del proyecto político desarrollado durante sólo dos décadas por Asdrúbal y Anibal en la ciudad - del que son buenos ejemplos las obras arquitectónicas y las monedas emitidas-, parece confirmar la progresiva independencia de su poder respecto a la metrópolis y la idea de organizar el territorio consquistado en función de la nueva ciudad.

Cartagena fue centro de las operaciones militares y comerciales de los cartagineses en el sureste y punto de abastecimiento e invernada de sus ejércitos durante las campañas realizadas por el interior de la península y contra la Italia romana.
Estuvieron interesados en la extracción y exportación de los minerales existentes, tales como plomo, plata y su tráfico comercial propició el auge de explotación de abundante especies agrícolas y algunas técnicas agrarias y constructivas, fue el caso del olivo, la higuera y la palmera, del granado y de la cebada trementina de Cartago Nova, y sustentaron la expansión de la lengua púnica, un dialecto tardío del fenicio.
Con ellos se implantó la noción de Estado, comenzaron a proliferar las propiedades estatales y se generalizó la entrada de numerosos grupos indígenas en el estatuto servil que se afianciaron en siglos posteriores.



Bibiografía: Historia General de Murcia, Miguel Rodríguez Lopis

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