domingo, 16 de noviembre de 2008

5.- EL ASALTO FINAL

Tras el fracaso inicial de los romanos, Escipión situó a un cuerpo especialmente escogido de quinientos hombres, en la zona norte, a la orilla de la laguna. Esperó deliberadamente hasta el final del día que según los pescadores de Tarraco, haría descender aún más la profundidad del agua. Con poca dificultad los romanos atravesaron la emplia laguna, caminando sobre un lecho de lodo, pero de poco fondo.


Magón no fue precavido, dejó sin protección las murallas de la zona norte, colocando a todos sus defensores cerca de la estrecha puerta para poder aguantar la tremenda arremetida en la zona del itsmo. Los quinientos hombres de Escipión no encontraron oposición alguna cuando situaron sus escalas y treparon por ellas. Al mismo tiempo, Lelio atacaba con las fuerzas maritimas de la bahía desde el sur.
En el este, el resto del ejército se acercó a la puerta y comenzaron a destrozar la madera con las hachas. El grupo escogido de soldado avanzaban por la muralla, con las cortas espadas ideales para acabar con cualquier defensor, al alcanzar la puerta la aseguraron y dejaron pasar al grupo de ataque, los defensores, ante este aluvión, empezaron a huir, permitiendo así que un gran número de tropas que subían por las escalas, pudieran llegar a lo alto de las murallas.

El entrar a una ciudad no aseguraba su caída. Los romanos necesitaron cierto tiempo para hacer entrar a buen número de soldados por la, ya citada, estrecha puerta y utilizando las escalas de asalto, pero siempre existía el peligro de que los defensores se reunieran y contratacando expulsarlos de la fortaleza.
Escipión se llevó con él a mil soldados y se dirigió a la ciudadela, donde Magón se rindió después de una breve resistencia. Al resto de soldados se les permitió que anduvieran por las calles con orden de matar a cualquiera que se cruzara en su camino.

A. Goldsworthy

CURIOSIDADES.-



HALLADOS UNOS PENDIENTES DE 2.300 AÑOS.
Tienen forma de racimo de uva y han sido hallados en la excavación de un poblado en Jumilla (Murcia)

Los trabajos de excavación que se están llevando a cabo en la necrópolis del poblado desde el pasado jueves, en el conjunto arqueológico de Coimbra del Barranco Ancho, situado en el término municipal de Jumilla, han permitido el hallazgo de unos pendientes con forma de racimo y con una antigüedad de 2.300 años.

La zona donde se está excavando se fecha a lo largo del siglo IV a.C., según se deduce de las cerámicas griegas que aparecen en el ajuar de las tumbas. En este sentido, entre los materiales hallados en los ajuares de las sepulturas excavadas en la presente campaña destacan varios pendientes, dos de ellos en forma de racimos de uva, lo que eleva la tradición vinícola jumillana a una antigüedad de 2.300 años; dato corroborado por el hallazgo de pepitas de vitis vinífera en el poblado de Coimbra del Barranco Ancho.

El conjunto arqueológico de Coimbra del Barranco Ancho es uno de los complejos "más importantes e interesantes" de la cultura ibérica, al contar con un extenso poblado, tres necrópolis, un santuario dedicado a Tanit y un poblado del Bronce final con su correspondiente necrópolis.

Los trabajos en el conjunto se iniciaron en 1977, y se ha revelado como un yacimiento paradigmático para el estudio de la cultura ibérica, pues ha aportado piezas como el Pilar-Estela de los Jinetes de Coimbra del Barranco Ancho, de interés equiparable a la Dama de Elche.

Además, la importancia del yacimiento se incrementará con los resultados de las investigaciones en curso, como por ejemplo las precisiones sobre las cerámicas áticas que, según el Ayuntamiento, permitirá el estudio de los materiales, "con lo que los resultados del proyecto de investigación tendrán relevancia no solo a nivel nacional, sino internacional".
Diario La Verdad.

jueves, 13 de noviembre de 2008

4.- ASEDIO A CARTAGO NOVA

La marcha del ejército de Escipión hasta las proximidades de Cartago Nova fue muy rápida y de improviso. Cerca de sus murallas levantaron los romanos su campamento pero no hicieron ningún intento por rodear la ciudad.
Magón (otro familiar de los Barca) era el comandante de la guarnición, y contaba sólo con mil mercenarios apoyados por dos mil vecinos armados para hacer frente al posible asalto del día siguiente. A los ciudadanos los situó detrás de la puerta principal, mientras que a los mercenarios los dividió en dos grupos, uno ocupando la ciudadela y los otros en la zona oriental, parte de la ciudad encarada al mar, donde había un templo a Esculapio.

Los defensores de las ciudades antiguas mostraban un enorme deseo por luchar fuera de las murallas, aunque el ejército atacante fuera más numeroso. Estas salidas eran una muestra de confianza y tenían por objeto retrasar los comienzos del trabajo de asedio del atacante, puesto que deberían antes luchar para conseguir el control.

En este caso, el estrecho itsmo que conectaba la ciudad con la tiera firme, evitaba que los romanos superaran en número a los ciudadanos. a pesar de que los dos mil hombres hubiera podido replegarse en una línea de combate, provocado porque la columna debía salir de la ciudad por una única y estrella puerta. Ambos ejércitos chocaron a un cuarto de milla de la puerta, más cerca del campamento romano que de las murallas. A pesar de su falta de preparación los ciudadanos se emplearon bien y el combate fue largo y duro, pero a medida que los romanos se servían de más y más reservas, la presión fue finalmente excesiva. Los cartagineses se hundieron y regresaron huyendo a la ciudad; muchos fueron derribados o heridos cuando corrían para abrirse paso al interior a través de la estrecha puerta de la entrada.

Después de un intento de las tropas de asalto por colocar las escalas sobre los altos muros, los romanos atacaron con gran determinación pero no podían avanzar porque la barrera de proyectiles arrojaba a los hombre desde lo alto de las escalas.A medida que el día avanzaba y los ataques no eran del todo fructiferos, Escipión ordenó a los trompeteros hacer el toque de llamada.

Magón podía estar satisfecho de cómo se habían desarrollado los acontecimientos, pues había podido retrasar el asalto romano. Ni el ejército atacante, ni su flota atracada en la zona sur, donde la ciudad mira al mar, habían causado mella alguna en las murallas. Todo parecía indicar que serían capaces de aguantar hasta que uno de los ejércitos púnicos en campaña, acudiera en su ayuda.


Bibliografía:Adrián Goldsworthy

jueves, 22 de mayo de 2008

3.- ROMA SE IMPONE (H)

En el año 209 a.C.,las tropas dirigidas por Escipión conquistaron la ciudad de Cartago Nova tras dos días de asedio. Veinte años tan sólo mantuvieron los cartagineses la posesión de la ciudad.

Los ejércitos púnicos se hallaba dispersos por la península. Asdrúbal Barca luchando contra los carpetanos (Toledo), su hermano Magón cerca de las Columnas de Hércules (estrecho de Gibraltar), y Asdrúbal Gisgo estre los lusitanos (Portugal).
Publio Cornelio Escipión, llegó desde Italia a Tarraco y durante el invierno del 209 decidió, en secreto, que se dirigiría contra una de las fortalezas más importantes del los territorios ocupados por los Barca, la ciudad de Cartago Nova. Los informes indicaban que la guarnición era relativamente pequeña, al mismo tiempo, los pescadores de Tarraco que comerciaban a lo largo de la costa Mediterránea le suministraron la valiosa información de que la laguna que se encontraba junto al mar y que evitaba el acceso a las murallas de la ciudad por uno de sus lados, era fácilmente vadeable en varios lugares.
Manteniendo en secreto su destino Escipión hizo los preparativos con cautela, exhaustivos y es profundidad. Su éxito final nos demuestra la gran audacia, sin ocultar los elevados riesgos de la operación. La primavera de ese año 209 Escipión dirigió a veinticinco mil hombres de a pie y a dos mil quinientos jinetes, mientras su amigo Gayo Lelio conducía la flota por la costa hacia Cartago Nova. Los ejércitos cartagineses se encontraban muy alejados para poder llegar a tiempo, por eso Escipión obligó a sus legiones a una marcha forzada, llegando a las puertas de la fortaleza en tan sólo siete días. Sin haber levantado ninguna sospecha entre los cartagineses, ni los habitantes de la ciudad.


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Bibliografía. A. Goldsworthy

miércoles, 21 de mayo de 2008

2.-CARTHAGO EN EL SURESTE (H)


La derrota sufrida por Carthago frente a Roma en la Primera Guerra Púnica motivó una cierta crisis económica en la metrópoli norteafricana. Para paliar las restricciones que acompañaron al tratado de paz, Cartago se dirigió hacia la rica península Ibérica para aumentar sus fuentes de riqueza. Uno de los principales impulsores de esta empresa fue Amílcar Barca quien en el año 237 llegó a la península en compañía de su yerno Asdrúbal y su pequeño hijo Aníbal. La conquista no era fácil ya que sólo contaba con las ciudades fenicias como cabeza de puente pero tras unos diez años de luchas tomó un amplio territorio lo que motivó que en Roma saltaran las alarmas. En el año 231 a.C. se envió una embajada a Amílcar en la que exigían una explicación de la razón de sus conquistas. El cartaginés razonó que le empresa tenía como objetivo conseguir el dinero necesario para satisfacer el pago de las contribuciones impuestas por Roma. La respuesta no disgustó a los embajadores y Amílcar continuó con su expansión, falleciendo ahogado en un río en el año 229. Será su hijo quien continúe con la empresa conquistadora que motivará el estallido de la Segunda Guerra Púnica.

La necesidad para Carthago de un gran puerto en la costa oriental de la península, con facilidades de defensa por tierra y mar, eran indispesables para situar en él la base de operaciones contra los romanos y la capitalidad de la Hispania púnica.

El bárquida Asdrúbal funda en el año 229 a.C. Qart-hadast, que significa Ciudad Nueva y constituyó el primer proyecto de establecimiento urbano en el sureste ibérico, dotado de estructuras políticas y administrativas de dominio sobre la población y sobre los territorios circundantes. El modelo fue la Carthago africana, por entonces muy helenizada. Asdrúbal debió utilizar la gran experiencia fenicia en construcciones portuarias, a la hora de elegir la bahía idónea para su instalación.

Los historiadores coinciden en que la fundación de Cartagena se llevó a efecto por varios motivos: para controlar las minas de plata existentes en sus proximidades, con la finalidad de afrontar el gastos militar de los cartagineses en su lucha contra Roma, y para garantizar una nueva zona de espansión territorial, una vez perdidas las posesiones cartaginesas del Mediterráneo central a manos de los romanos. Sin embargo la magnitud del proyecto político desarrollado durante sólo dos décadas por Asdrúbal y Anibal en la ciudad - del que son buenos ejemplos las obras arquitectónicas y las monedas emitidas-, parece confirmar la progresiva independencia de su poder respecto a la metrópolis y la idea de organizar el territorio consquistado en función de la nueva ciudad.

Cartagena fue centro de las operaciones militares y comerciales de los cartagineses en el sureste y punto de abastecimiento e invernada de sus ejércitos durante las campañas realizadas por el interior de la península y contra la Italia romana.
Estuvieron interesados en la extracción y exportación de los minerales existentes, tales como plomo, plata y su tráfico comercial propició el auge de explotación de abundante especies agrícolas y algunas técnicas agrarias y constructivas, fue el caso del olivo, la higuera y la palmera, del granado y de la cebada trementina de Cartago Nova, y sustentaron la expansión de la lengua púnica, un dialecto tardío del fenicio.
Con ellos se implantó la noción de Estado, comenzaron a proliferar las propiedades estatales y se generalizó la entrada de numerosos grupos indígenas en el estatuto servil que se afianciaron en siglos posteriores.



Bibiografía: Historia General de Murcia, Miguel Rodríguez Lopis

jueves, 15 de mayo de 2008

CULTURA



LA CERAMICA
Por su emplazamiento geográfico, la región murciana se halla enteramente incluida en la amplia zona del Levante español que da nombre a una de las más interesantes provincias del Arte Rupreste Levantino. Lo primero que sorprende es la importancia que en él adquiere la figura humana, y la aparición de verdaderas escenas de cacería o de guerra, concebidas seguramente con un cierto deseo narrativo o conmemorativo, que habla ya de una organización social desarrollada.

Las pinturas de este estilo levantino, conservadas generalmente en abrigos abiertos y no en cuevas, sorprende siempre por su vivacidad, su expresividad nerviosa, la magistral acentuación de elementos anatómicos, especialemente las piernas de los cazadores.Los más conocidos yacimientos de la región se hallan en Alpera, Minateda, Almansa, Nerpio y Socovos en Albacete; Monte Arabí (yecla) y Jumilla en Murcia.

La cerámica abundante en la comarca presenta tipos muy diversos desde la primitiva, siempre modelada a mano lisa o decorada con improntas de cardium sobre barro tierno o con incisiones geométricas.Más tarde la decoración de la cerámica se dispone siempre de dos bandas horizontales, separadas por muy variadas lineas paralelas de diverso grosor y fuerte sentido rítmico. Una banda ancha, generalmente la superior, se reserva a la decoración figurada. Los vasosde Archena, los más bellos sin duda alguna, presenta águilas explayadas, dibujadas con maestría y consiguiendo un máximo de expresividad lineal. Un cierto barroquismo llena los huecos con formas vegetales donde triunfa la linea curva, el roleo o las SSS enlazadas que llevan también, a modo de festón continuo, algunas otras bandas más estrechas.Los tonos de estás cerámicas suelen ser amarillentos o rojizos, pintadas en un granate oscuro, color chocolate, negruzco o rojo.En los vasos del Verdolay predominan las decoraciones lineales, de elegante ritmo curvilineo. Allí se halló el soberbio Vaso de las cabras(Museo de Murcia)

Bibliografía: MURCIA (Historia) Juan Torres Fontes
MURCIA (Arte) Alfonso E. Pérez Sánchez

1.-LOS PRIMEROS TIEMPOS.-(H)



Las culturas prehistóricas se manifiesta en nuestra región por los hallazgos de necrópolis, armas, utensilios, resto de poblados que testifican su existencia. La vencidad y continuidad de restos de distintas culturas los encontramos en las zonas marginales del río Segura, en la sierra de Carrascoy. Su asentamiento se efectúa en base a la seguridad, poblados de fácil defensa y protegidos de las frecuentes inundaciones del río, con abastecimiento de agua, caza y buenos cultivos en las fértiles tierras de las laderas o el valle.

En el eneolítico la cultura del vaso campaniforme deja su huella en San Pedro de Zeneta, Santa Catalina en el Verdolay y Monteagudo. Mayor muestrario existe con sus enterramientos en cista: Mazarrón, Lébor (Totana), Jumilla o Lorca. El arte rupreste en Yecla y los yacimientos de Moratalla y Cieza.
Tras ello los hombres de la cultura del Algar con su peculiar cerámica y sus enterramientos en urna.

El oro y la plata despiertan la atención del hombre prehistórico, el tesoro de Villena (Alicante) y la diadema de Cehegín, son los mejores exponentes de la conjunción del arte y del aprecio del oro. La plata tiene su mejor brillo en los reyes de Tartessos, cuya ciudad más importantes se puede identificar con Cartagena.

La cultura ibérica no tenía una organización interna desarrollada como para unificar una serie de rasgos culturales, lengua, derecho historia, tradiciones, religión etc, con el que podríamos caracterizar a una comunidad cultural unitaria.A pesar de esto sí que existen rasgos comunes, por los restos materiales encontrados entre las distintas zonas del mundo ibérico, en la mitad meridional y fachada mediterránea de la Península Ibérica durante la II Edad de Hierro, aproximadamente entre los siglos VI y I a.C.

Su posicionamiento geográfico volcado al Mediterráneo, hace de estos pueblos entidades diferenciales de otros fenómenos culturales como los complejos de la zona atlántica o las de raigambre céltica. Estamos, por tanto, definiendo una base sobre la que una serie de comunidades desarrollarán, como en otras sociedades contemporáneas (mundo etrusco, Grecia arcaica) sus propias peculiaridades culturales.
El desconocimiento de la lengua que hablaron las gentes que poblaban el área de la cultura ibérica ha sido uno de los más grandes desafíos al que se han enfretado numerosos investigadores. A pesar de contar con el segundo mayor conjunto de inscripcones de las llamadas culturas periféricas del Mediterráneo, solo superada en volumen por la cultura Etrusca, el habla de los íberos es un completo enigma para los filólogos y arqueólogos que estudian la protohistoria hispana.

En el levante, por las influencia del comercio de la otra orilla del Mediterráneo,es plausible un alfabeto con ascententes fenicios entre los siglos VIII al VI a.C. Otro alfabeto, el llamado ibérico-levantino se desarrolla durante el siglo V a.C. como demuestran los múltiples plomos inscritos, que suelen ser interpretados como contratos comerciales o administrativos. A estos sistemas gráficos habría que añadir el que reflejan las llamadas inscripciones greco-ibéricas, escritas en una adaptación del alfabeto griego-jonio.

Entre los diferentes pueblos ibéricos, la actual región de Murcia estaría ocupando por el norte la zona de Bastetania junto con Granada y Jaén, nombre derivado de Basti, identificado con el núcleo de la necrópolis de Baza famosa por el hallazgo de una escultura femenina de gran tamaño qe conserva su policromía, la llamada Dama de Baza. La zona de Contestania abarcaría el sur de la provincia de Valencia, Alicante, Murcia y algunas zonas de la provincia de Albacete. Este mundo del Sureste de la península es una de las zonas con más personalidad del ámbito ibérico, se considera esta franja como una de las más helenizadas basándose sobre todo en la profusión de cerámicas áticas(Yacimientos Elhe-Archena) y la existencia de una tradición escultórica (Dama de Elche) de clara raigambre griega arcaica, la práctica de rituales de corte griego identificados con el consumo de vino y con ciertas prácticas del tipo funerario.

Un navegante que llegase a las costas de Iberia en el siglo IV a.C. procedente de la Magna Grecia encontraría numerosos refugios desde Ampurias a Cartagena, habituados al tráfico y al comercio de ida y vuelta en el Mediterráneo. Es por mar, como se explica gran parte de los rasgos que diferencian lo que genéricamente llamamos mundo ibérico, con sus influencias no sólo griegas si no también fenicias.

El Valle del Ebro está en permanente contacto con los pueblos del exterior y las influencias llegadas a la costa. Lo mismo ocurre con otros ríos por los que remontan las influencias externas, como son el Júcar, el Turia y el Segura. Quizá cada uno de los territorios que forman la cuenca de los ríos y los tramos de costas que los separan adquieren rasgos y personalidad propia. Arribando al muelle de Cartagena y adentrándose en el interior por el Campus Espartarius , se encontró el camino terrestre para descender Guadalquivir abajo, el otro gran valle fluvial.
La arqueología revela una amplia gama de matices con un cierto denominador común en el que, los siglos inmediatamente anteriores al cambio de era se percibe un cierto predominio de la influencia helenizante que se había extendido por todo el Mediterráneo desde la muerte de Alejandro.

En el tema de los enterramientos, el Íbero prefería el rito de la incineración de sus restos mortales y su deposición en urnas funerarias que irán evolucionando desde las toscas cerámicas a mano hasta las lujosas importaciones áticas.

En el mundo de las creencias religiosas, comienzan a surgir los santuarios, es decir, lugares sagrados donde el devoto se pone en contacto con la divinidad. En torno a él se desarrollaron una serie de rituales cuya huella arqueológca la tenemos en los numerosos exvotos, ofrendas a la divinidad con formas de figurillas de bronce, distintas según la petición relacionada. Otros cultos son los de marcado carácter heróico, el culto a un héroe o al fundador de una disnatía.





Vasos ibéricos de la necrópolis del Cabecico del Tesoro.Museo Arqueológico de Murcia.


Capítulo excepcional en el arte ibérico es el de la cerámica.
Se trata de cerámica a torno, de barro fino, amarillento o rojizo, cuidadosamene trabajado y cocido, y con rica decoración pintada en el tono pardo rojizo oscuro de la almagra, generalmente, aunque también las hay achocolatadas, negruzcas o rojas.De los yacimientos, abundantes y variados desde Andalucía a Cataluña, ofrece Murcia, algunos de los más caracteristicos, mejor definidos y más bellos en decoración. El Verolay, Archena y Totana, son los lugares que han suministrado ejemplares más ricos.
Los perfiles empleados son muy variados y recogen sugestiones de la cerámica griega, pero también crean algunos propios como el llamado sombrero de copa, transformación de Kalathos griego. Ánforas, jarros, botellas, cráteras, copas, etc.., aparecen ricamente decorados con elementos vegetales y animales, estilizados, con fuerte personalidad que singulariza a la región.
En cuanto a la Orfebrería, sólo esporádicos hallazgos en los ajuares funerarios han suministrado algunos anillos, pendientes y broches de cinturón de bronce con nielados en plata, así como falcatas de empuñaduras decoradas. (El Cigarralejo)P latos de plata de muy parca decoración, reducido a palmeras es el tesoro de Abenjibre (Albacete), los perfiles son análogos a otros europeos de la Edad de Hierro, la decoracón de palmeras parece apuntar hacia el siglo III a.C.
Por último deben citarse también las muy abundantes monedas ibéricas, acuñadas en la región, con el motivo tradicioal del jinete con lanza.



Bibiografía: Historia (Murcia), Juan Torres Fontes.
Breve historia de los Íberos, Jesús Bermejo.
Arte (Murcia), Alfonso E. Pérez Sánchez.